El Santo Padre Francisco acogió el domingo en el Vaticano a los participantes en una multitudinaria marcha por la Vida. Les exhortó a seguir defendiendo ésta y alertó de los peligros que acechan al hombre cuando adora a los ídolos del poder o del dinero en lugar de al Dios verdadero.
Con Cristo, digamos siempre sí al amor, a la vida y a la libertad, alentó el Obispo de Roma, en una multitudinaria celebración de la Jornada del Evangelium Vitae, en la Plaza de San Pedro, destacando tres puntos de meditación:
1-«la Biblia nos revela al Dios vivo, al Dios que es Vida y fuente de la vida»
2- «en segundo lugar, Jesucristo da vida, y el Espíritu Santo nos mantiene en la vida»;
3- «seguir el camino de Dios lleva a la vida, mientras que seguir a los ídolos conduce a la muerte».
En la Santa Misa de este gran evento del Año de la fe, el Papa Francisco reiteró su exhortación a decir sí a Dios y a la esperanza que nunca defrauda, con el amparo de María, Madre de la Vida:
«Queridos hermanos y hermanas, miremos a Dios como al Dios de la vida, miremos su ley, el mensaje del Evangelio, como una senda de libertad y de vida. El Dios vivo nos hace libres. Digamos sí al amor y no al egoísmo, digamos sí a la vida y no a la muerte, digamos sí a la libertad y no a la esclavitud de tantos ídolos de nuestro tiempo; en una palabra, digamos sí a Dios, que es amor, vida y libertad, y nunca defrauda (cf. 1 Jn 4,8, Jn 11,25, Jn 8,32). Sólo la fe en el Dios vivo nos salva; en el Dios que en Jesucristo nos ha dado su vida y, con el don del Espíritu Santo, nos hace vivir como verdaderos hijos de Dios. Esta fe nos hace libres y felices.Pidamos a María, Madre de la Vida, que nos ayude a recibir y dar testimonio siempre del ‘Evangelio de la Vida’».
Focherini, que salvaba vidas perseguidas
Una vez concluida la Santa Misa el Obispo de Roma recordó, antes de rezar a la antífona mariana del ángelus, al nuevo beato Odoardo Focherini, esposo y padre de familia, beatificado ayer en la localidad italiana de Carpi, quien salvó a numerosos judíos de la persecución nazi y murió en un campo de concentración.
El Papa también saludó a los participantes en el encuentro de motociclismo de Harley-Davidson así como al del “Motoclub” de la Policía del Estado, e invitó a encomendar toda vida humana a la protección de la Madre de Dios.
Alocución del Papa Francisco antes de rezar el ángelus dominical:
»Queridos hermanos y hermanas: Al término de esta Eucaristía dedicada al Evangelio de la Vida, me alegra recordar que ayer, en Carpi, fue proclamado Beato Odoardo Focherini, esposo y padre de siete hijos, periodista. Capturado y encarcelado por odio contra su fe católica, murió en el campo de concentración de Hersbruck en 1944, a la edad de 37 años. Salvó a numerosos judíos de la persecución nazi. ¡Junto a la Iglesia que está en Carpi, damos gracias a Dios por este testigo del Evangelio de la Vida!
»Agradezco de corazón a todos ustedes que han venido de Roma y de tantas partes de Italia y del mundo, en particular a las familias y a cuantos trabajan más directamente por la promoción y la tutela de la vida.
»Saludo cordialmente a los 150 miembros de la Asociación Grávida – Argentina, reunidos en la ciudad de Pilar. ¡Muchas gracias por lo que hacen! ¡Ánimo y vayan adelante!
»En fin, saludo a los numerosos participantes en el encuentro de motociclismo de Harley-Davidson y también al del Motoclub de la Policía del Estado.
»Nos dirigimos ahora a la Virgen, encomendado toda vida humana, especialmente la más frágil, indefensa y amenazada, a su protección materna.